Entre las 10.00 y las 11.00 o alrededor de las 19.00. Esas son las
horas en las que se producen más infartos de miocardio, según un estudio
que ha hecho un equipo dirigido por Maríia Cristina Barneto Valero, del
departamento de operaciones del Samur de Madrid.
En el trabajo, que publica Medicina Clínica,
se observa que hay una relación entre las notificaciones de infarto
recibida en el servicio de urgencias y los ritmos circadianos. En
concreto, la curva muestra dos picos, una con su máximo entre las 10.00 y
las 11.00, y otro, menos pronunciado, por la tarde (alrededor de las
19.00).
El patrón es tan estable que no se altera prácticamente con ningún
factor de riesgo, ni los que los autores llaman modificables (la
hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipidemia y el
tabaquismo) ni los que no lo son (edad, sexo). Las dos grandes
excepciones son que “los casos con diabetes presentan el pico de menor
amplitud más tardío y los casos de tabaquismo invierten el pico máximo
de incidencia, siendo el pico vespertino de mayor amplitud que el
matinal”.
El estudio ha recogido datos de 709 pacientes atendidos entre el 1 de enero de 2001 y el 31 de diciembre de 2009.
La constancia de los datos apunta a factores fisiológicos que también
obedecen a ritmos circadianos como principal desencadenante de los
procesos. Por ejemplo, los autores mencionan que por la mañana la sangre
es más viscosa y aumentan “los valores plasmáticos de fibrinógeno e
inhibidores del plasminógeno”, lo que provoca un estado de
“hipercoagulabilidad”. También hay una mayor segregación de
catecolaminas (unos neirotransmisores) y se produce el cambio postural
de acostado a de pie.
Fuente: diariosalud.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario