El sueño de más de uno podría hacerse realidad: utilizar el aire como gasolina.
Aunque parezca mentira, una empresa británica llamada Air Fuel Synthesis lleva haciéndolo desde agosto y podría llevarse a cabo en cualquier parte del mundo.
La idea es recoger el dióxido de carbono del aire y obtener hidrógeno del vapor de agua. Combinando el hidrógeno con el carbono, y a través de un catalizador se crea metanol. Por último, con un biorreactor el metanol se convierte en gasolina.
Las ventajas del sistema, a parte de que usa aire y vapor de agua, es
que la gasolina es una forma muy sencilla de almacenar energía y que ya
existe una infraestructura por todo el mundo para su uso. El sistema
además se puede hacer más grande fácilmente y colocarlo junto a una central eléctrica para tener producción local de gasolina sin depender de otros países.
Lo malo: no se han dado datos sobre la energía que se necesita para dicha producción, posiblemente mucha, haciéndolo muy poco eficiente, y que la planta actual sólo ha producido 5 litros desde que comenzó a funcionar hace más de dos meses.
Aún así, me parece una muy buena alternativa a futuro.
Fuente: gizmodo.es
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